Sociología Obrera

martes, 3 de agosto de 2010

Matrimonio Homosexual: Se viene la batalla en Chile

¿quién se casa? ¿por qué se casa? ¿con quién se casa? preguntas desmembradas y desarticulas, sin un orden temporal análogo, ni ninguna referencia específico concreta. más bien parecen preguntas y observaciones habituales cuando sabemos que habrá una casa-miento.

Lo que hoy motiva el dialogo y el bombardeo discursivo sobre los casamientos, es la referencia a legalizar los casamientos entre personas del mismo sexo en el derecho civil chileno. las discusiones se encuentran hegemonizadas a partir de distintos discursos, que obviamente responden a poderes en el campo práctico de lo social. Así es como podemos encontrar fácilmente las declaraciones del extremismo radical conservador del fascismo clerial (Iglesiá, Patria y Familia) del cárdenal Errázuriz, hasta el exaltamiento de Fulvio Rossi (PS), para la réplica de la ley de matrimonios conseguida hace una semana atrás en Argentina por los movimientos de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales, y con el gran apoyo solidario de los movimientos y partidos de la izquierda política marxista.

Si bien ahora aquí resulta indispensable saber que en Argentina se produjo el mismo revuelo con los elementos conservadores, seudo(y)oligárquicos existentes en la sociedad de clases, los mismos problemas y contradicciones se desarrollarán en Chile. No por una asimilación absurda de homologación, sino porque esos elementos exsten como fuerzas materiales, y con mayor poder en la actualidad en la institucionaliza política de gobierno y poder en el estado.

Está claramente presente y manifiesto el poder de la iglesia católica, su tradición conservadora, con distintas expresiones políticas que, en la actualidad, no pueden hablar de la distinción “moderna” entre estado y religión. a la vez un cierto espectro o fantasama de la moral católica que intenta justificar/explicar la cultura, etc., dando cabida a ideas conservadoras y profuzamente teológicas que dan contenido aún a los programas políticos del gobierno, y más allá de el: una ramificación de códigos de control y auto-disciplinamiento que de forma coercitiva se impone en la actualidad.

A mí solo me gustaría hacer refencia a algunas primeras reflexiones con respecto al hecho:
1. la actitud que, de seguro será lanzada a la palestra 'argumentativa', sobre la capacidad de los/as chilenos/as de "copiar" las discusiones o temáticas sociales, como si reducieran al campo de una moda objetual y pasajera. un intento de banalizar la converación, obviamente, y de llamarla artificial. la idea principal es saber como se tematizan los temas (aunque suena estúpido), pero es central reconocer las condiciones sociales que hacen emerger/no-emerger discusiones en el escenario de lo público. si bien nadie puede decir que esto se reduce a un conducta imitativa, porque "nadie sabe" (me refiero a un escenrio de lo público ampliado) cual es es la vida de un homosexual, cules han sido sus luchas políticas por ser reconocidos, etc. y esto porque ellos han sido barrados por la discusión pública, se les ha invisibilizado del escenario público, mientras que es claro que tienen la misma aspiración que en argentina, solo que el reconocimiento en Argentina no era legal, aquí el des-conocimiento es una práctica subversiva de la política del orden y la negación represiva. Por ello, la discusión no es artificial, es incluso mucho más radical, y visibiliza la violencia agresiva de un conjunto de dispositivos de una sociedad.

2. la idea de una sociedad que desea romper una prohibición como forma del goce del otro, que se ve limitado y restringido por una medida de control, directa, violenta y agresiva, y las contradicciones y formas que encontrarán los poderes enraizados en "negar el goce" (como parte de una tradición sádica y a la vez masoquista) intentan mantener sus discursos en pie, es decir, sostener el orden discursivo con el cual fundan sus prácticas políticas. en el punto anterior señalabamos que sería fundamental la perfomance con que la sociedad se observará así misma en el reconocimiento de los dispositivos aplicados. esta contradicción a la vez, mostrará al sujeto, una relación con su yo (jé), a partir del otro, que está institucionalmente castrado a ser. esta lucha que no es solo parte de la negación al reconocimiento matrimonial, sino que implica las características históricas del goce y sus represiones, abren una nueva exploración al inconsciente, que de seguro los psicoanalistas no demorarán en desnudar (sea con o desde un interés represivo que alimente la neurosis social, o hasta un desborde libidinal con un llamado subversivo al incosnciente).es una lucha con respecto a los propios esquemas incorporados, es a la vez una ruptura con un mundo simbólico, lo cual abre el pensar del debate del género, desde una posición más amplia, como la de Judith Betler su teoría del queer.

3. la reflexión innecesaria de "si estamos listos", que es una de las terceras posiciones del horizonte discursivo que supone una "retraso cultural" o una cierta existencia de patrones fundamentales e insalvables, que subyacen en sí, la idea de "evolución cultural" que trasciende la realidad situacional temporal actual e histórica. creo que éste es el discurso más esquizofrénico de todos. envuelve una cínica actitud de "estoy de acuerdo, pero la sociedad no". la justificación de la creencia en el otro, es algo ya analizado pro Zizek en el sujeto interpasivo. Pero lo que aquí preocupa es el intento justificatorio de "desaparecer" del acto de la decisión para entregarla a una indeterminada amorfa sociedad, que supuestamente, estaría llena de preceptos diacrónicos que requieren la prohición como forma de reproducir esta cadena de significantes. aquí es donde se proceden una serie de "salidas intermedias" que no serán más que una forma de reproducir el castramiento, esencial para el orden, ya que se hablará de "unión civil", en el marco de un derecho burgués (con problemas como las pertenencias, los bienes, la herencia, la propiedad, etc.)

4. Por último es importante analizar el tema de los matrimonios como articulación de la sociedad burguesa. la cristalización de las relaciones afectivas en instituciones como el matrimonio son elementos insoslayables para el análisis marxistas, y a la vez nos debe hacer pensar en que si bien el "derecho" a casarse es parte de una lucha política-social válida,en cuanto crítica a la discriminación, a la reproduccón de las relaciones de control y disciplinamiento, etc., es necesario ver que el alcance de esta demanda esconde (o no lo esconde) un corte liberal, que es el mismo que le permite a Rossi (PS) pedir la aprobación del matrimonio homosexual.Lo interesante es que finalmente la idea de reconocimiento descansa en un armazón ideológica de la exclusión: el capital y el estado burgués. proponer la idea de un falsa conciencia en éste caso exigue un trabajo sistemático, pero que finalmente en la coyuntura no es abordable más que desde la radicalidad románctica de un "deber ser" ideal. éste el problema para el marxismo y, más aún, para los/as marxistas.

La idea es fundamentalmente reconocer y reconocernos en el debate, identificar los sintomas que están presentes en ésta discusión. los poderes que están en juego, y las necesidades de los sujetos que hoy, como siempre (no como una artificalidad del hoy) luchan por el reconocimiento de sus derechos sociales.

las preguntas que quedan abiertas en el plano de la acción es, obviamente, si de esta pugna y debate ¿se organizará la posibilidad de una lucha contra otras políticas de castración y disciplinamiento? ¿o sólo terminará en el horizonte del plano liberal de la lucha por el reconocimiennto en el orden burgués de la figura del "matrimonio"? ¿Se seguriá en un movimiento ascendente, por ejemplo, derechos reproductivos,en la idea de separar el poder de la iglesia del estado?

en un plno reflexivo e investigativo científico podemos abrir el debate a las preguntas sobre las condiciones culturales, las dimensiones específicas y el papel de la creencia (en términos de Pascal)en términos de sujetividad política; los estudios sobre la diversidad sexual, la diversidad sexual, y la ya mencionada teoría feminista del queer sobre el género.

Hay muchas posibilidades, el debate está abierto y hay mucha represión aplicada y sublimada, para decir que "no estamos listos".

lunes, 2 de agosto de 2010

Ruptura con la tradición del empleo profesional. Apertura de la crisis de flexibilización y precarización del trabajo profesional.


No tan sólo la tendencia a la precarización y flexibilización del trabajo se ha instalado dentro del mundo profesional, sino que la ecuación de profesional = empleo está terminado por decantarse. Cada vez va en aumento la tasa de profesionales que se encuentra desempleado, que ya no tiene cabida en el mercado, que bajo sus condiciones y sus calificaciones no puede obtener un puesto de trabajo, tanto por las características del mundo del trabajo en cuanto requerimientos (experiencia, competencias específicas, etc.) como por la condición objetiva de no mayor apertura a nuevos puestos de trabajo.

Esta situación a la vez genera una expresión en la relación y vínculos normativos que se traducen, a partir de la explosión de un ejército de reserva de profesionales, en medidas que intentan precarizar el trabajo de los profesionales que existen en abundancia en el mercado del trabajo, bajando sus sueldos, empeorando sus condiciones de trabajo y vida, y permitiendo disponer a los empleadores de capital humano cualificado a menos costos. Es decir, mientras siguen en incremento las matriculas por unirse al "carro de la educación superior", el pasaporte de la Universidad a la tranquilidad, a la utopía mágica ya irrealizable de las características del empleo estable y rígido, se diluyen en el medio de un ejército de reserva de profesionales, como bien lo decía Carlos Marx, que está listo para adquirir el trabajo más precario, por el sólo hecho de ser trabajo y poder ganar un salario que le garantice su reproducción: esta es la “proletarización profesional”.

Pero en éste mismo momento nos encontramos nuevamente con el problema de las relaciones sociales de conjunto en las cuales la situación demarca hoy en día su necesidad imperativo, no tan solo de un empleo cualificado o de su correspondiente (ir)real capacidad de absorción de éste capital humano profesionalizado, sino que requiere fuerza de trabajo no cualificado, por una condición real de las actividades productivas de las características del patrón económico productivo chileno, entonces ¿No significa esto, potencialmente, que los profesionales se abrirán (o se abren) campo en actividades laborales que no competen directamente a la profesión o cualificación que obtuvieron? Esto es llamado sobre-cualifiicación ¿Será esta una tendencia que se instalará en un escenario post-crisis económica y desempleo? ¿Qué consecuencias podrían significar para las instituciones educativas financiadas a partir de los créditos si ésta tendencia llegase a conducir un precarización de los salarios (limitando aún más la reproducción vital) limitando el pago de los deudores a los acreedores privados que sostienen hoy en día el mercado crediticio de la educación superior?

Y así también debemos agregar que estos profesionales precarizados y con condiciones flexibles de trabajo deben asumir costos exorbitantes a partir del endeudamiento que han emprendido con las bancas privadas, por medio del "aval del Estado", entrando en patologías psicológicas, en la “corrosión del carácter”, como señala Sennett, que si bien no podemos detallar aquí, así como las consecuencias en la vida familiar y su relación como individuo en el conjunto social, pueden perfectamente convertirse en problemáticas sociales graves y con tendencia a masificarse, y por ello en l actualidad, las ciencias sociales, han dado con una serie de estudios empíricos que tratan de dar cuenta de las transformaciones en los ámbitos propiamente subjetivos a partir de las transformaciones del mundo del trabajo, y su expansión manifiesta en el conjunto de las relaciones sociales a partir del fenómeno de la precarización social.

Es un hecho además como el espacio técnico profesional cobra una relevancia intermedia en la situación económica de conjunto que se traza a nivel metaeconómico. La capacitación técnico-profesional aparece como la forma de canalizar una oportunidad que ofrecerá el escenario de la crisis económica y el espacio de renovación e inserción de fuerza de trabajo cualificada en aspectos operativos en los cuales estaba arraigada una capa semi-profesionalizada de jóvenes trabajadores. Aquí se construye un continuum, reflejado en el crecimiento de estos establecimientos que pretenden responder a las necesidades del mercado de tres formas: 1. dando una salida a la sobreproducción en la educación profesional, 2. abriendo un nuevo nicho de clientes o de potenciales estudiantes que anteriormente difícilmente hubiesen alcanzado la educación profesional, y 3. dan espacio a la formación de fuerza de trabajo cualificada en áreas específicas que requirieren incorporación de éste capital en formación.

Por otro lado, tenemos a los profesionales egresados y titulados que comienzan a nueva dinámica, en donde se produce una fuga (forzada/ voluntaria) de profesionales que al encontrar una baja demanda por absorción de sus capacidades y profesiones en los teritorios regionales, buscan emigrar en busca de trabajo. Existe un desacoplamiento sintomático entre las nuevas tendencias del sector económico y la correlaciónm mercantilizada del sector educativo ¿Quién puede cuantificar (tanto en personas como en pesos) éste proceso de desplazamiento inter-regional constante de la población joven? No me encuentro en condiciones de responder a esta pregunta, pero lo cierto es que se produce esta tendencia que a la vez conecta con un fenómeno cuasi demográfico es el envejecimiento de la fuerza de trabajo y la emergencia de la cesantía y el desempleo juvenil.